Relación entre movilidad, funcionalidad y calidad de vida en pacientes con espondilitis anquilosante
Relationship among mobility, functionality and quality of life in subjects presenting with ankylosing spondylitis
C Fernández de las Peñas a, C Alonso Blanco b, A del Amo Pérez c, JC Miangolarra Page d
a Fisioterapeuta. Titular Interino. Departamento de Fisioterapia. Universidad Rey Juan Carlos.
b Fisioterapeuta y Enfermera de Atención Primaria. Departamento de Fisioterapia. Universidad Rey Juan Carlos.
c Médico Rehabilitador. Titular Interino. Departamento de Rehabilitación y Medicina Física. Universidad Rey Juan Carlos.
d Médico Rehabilitador. Doctor en Medicina. Catedrático de Fisioterapia. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Rey Juan Carlos.
a Fisioterapeuta. Titular Interino. Departamento de Fisioterapia. Universidad Rey Juan Carlos.
b Fisioterapeuta y Enfermera de Atención Primaria. Departamento de Fisioterapia. Universidad Rey Juan Carlos.
c Médico Rehabilitador. Titular Interino. Departamento de Rehabilitación y Medicina Física. Universidad Rey Juan Carlos.
d Médico Rehabilitador. Doctor en Medicina. Catedrático de Fisioterapia. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Rey Juan Carlos.
Palabras Clave
Espondilitis anquilosante; Calidad de vida; Índice de movilidad; Índice de funcionalidad.Keywords
Ankylosing Spondylitis; Quality of life; Metrology index, Functional indexResumen
Objetivo. La Espondilitis Anquilosante (EA) condiciona la calidad de vida (CV) de las personas afectadas, siendo la limitación de la movilidad una de las características más destacadas de la enfermedad. El objetivo del presente estudio fue comprobar si existe una relación entre la movilidad espinal, la funcionalidad y la CV en pacientes con EA. Pacientes y métodos. Estudio descriptivo en el que participaron 7 mujeres y 28 varones con EA. Para la medición de la movilidad, se escogieron las mediciones establecidas en el Índice de Movilidad para la EA del grupo de Bath (BASMI): distancia occipucio-pared, test de Schöber modificado, rotación cervical, latero-flexión lumbar y distancia intermaleolar. Para la funcionalidad y la actividad se emplearon el Índice de Funcionalidad para la EA (BASFI) y el Índice de Incapacidad Funcional para la EA (BASDAI) ambos del grupo de Bath. Finalmente para la CV se empleó el cuestionario SF-36. Se aplicó el coeficiente de correlación de Pearson (r) o la prueba rho de Spearman (r s) según la normalidad de las variables. Resultados. Las variables de movilidad medidas por el BASMI mostraron distintos grados de correlación entre ellas (r entre 0,43 y 0,8; p < 0,01). Destacar que la distancia occipucio pared presentó correlaciones negativas con el resto de variables de movilidad. Los índices BASFI y BASDAI mostraron diversas correlaciones con numerosas dimensiones del cuestionario SF-36. Finalmente, prácticamente ninguna de las variables de movilidad presentó relación alguna con ninguna de las dimensiones del cuestionario SF-36. Conclusiones. La calidad de vida no está relacionada con la pérdida de movilidad que acontece en la EA, mientras que la funcionalidad sí muestra relación con la CV.Abstract
Objective. Ankylosing Spondylitis (AS) usually conditions the quality of life (QoL) of these patients. Restricted range of motion is one of the characteristics of AS. The aim of this study was to assess the correlation among mobility, functionality, and quality of life in subjects with AS. Patients and methods. A cross-sectional study was performed. Seven women and 28 men diagnosed with AS participated. Mobility outcomes were assessed by means of the Bath Ankylosing Spondylitis Metrology Index (BASMI): occiput-wall distance, modified Schöber test, cervical rotation, lumbar side-flexion and intermalleolar distance. The Bath Ankylosing Spondylitis Functional Index (BASFI) and the Bath Ankylosing Spondylitis Diasease Activity Index (BASDAI) assessed the functionality and activity of these patients. Quality of life was assessed with the SF-36 questionnaire. The Pearson test (r) or the rho Spearman tests (r s) were used depending on the normal distribution of the variables. Results. All mobility measures of the BASMI index showed correlations (r) among them ranging from 0.43 to 0.8; p < 0.01. Negative correlations ranging from 0.43 to 0.57; p < 0.01 were shown between occiput to wall distance and the remaining mobility measures. The BASFI and BASDAI indexes did correlate with several dimensions of the SF-36 questionnaire. Finally, few of the mobility measures did show correlation with any of the dimensions evaluated by the SF-36 questionnaire. Conclusions. Quality of life was not related to restricted mobility seen in AS subjects, whereas functionality was related with quality of life.Artículo
INTRODUCCIONLa espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad reumática crónica, perteneciente al grupo de espondiloartropatías, que conlleva una afectación multisistémica, afectando preferentemente a la columna vertebral. Se estima que la prevalencia en nuestro país es de 2 casos por 1000 habitantes 1, aunque ésta varía según raza, sexo y áreas geográficas 2,3.
La evolución de la enfermedad es prolongada y duradera, siendo patognomónica la presencia de períodos de latencia o de remisión, y períodos de exacerbación de los síntomas o crisis inflamatorias. La EA, de igual manera que la mayoría de las enfermedades crónicas, condiciona la calidad de vida (CV) de las personas afectadas por la enfermedad 4-6, siendo el tratamiento fisioterápico un instrumento necesario que tiende a la mejora de la CV en este tipo de pacientes 7.
Por otro lado, una de las principales características de la EA es la pérdida de movilidad generalizada8. Fernández de las Peñas et al encontraron que la pérdida de movilidad en la región cervical y lumbar condicionaban la capacidad funcional y el índice de actividad de los pacientes con EA 9. Está demostrado que la movilidad de los pacientes con EA se ve positivamente influida por el tratamiento fisioterápico 10,11.
Basándose en que la movilidad y la CV se encuentran limitadas en este tipo de pacientes 4,5,8, que ambos parámetros se ven beneficiados por la aplicación de un protocolo de fisioterapia 7,11, y unido a que la movilidad cervical y lumbar condicionan la capacidad funcional de los pacientes con EA 9, sería lógico pensar que la CV y la funcionalidad se encuentran relacionadas con la pérdida de movilidad en este tipo de pacientes. El objetivo de presente estudio fue determinar si existe una relación entre movilidad espinal, funcionalidad y calidad de vida en pacientes con EA.
PACIENTES Y MÉTODOS
En este estudio descriptivo fueron entrevistados 36 pacientes diagnosticados de Espondilitis Anquilosante (EA) según los criterios modificados de Nueva York 12. Los participantes habían sido diagnosticados en diferentes Hospitales de la Comunidad de Madrid: Severo Ochoa, Fundación Hospital Alcorcón, Hospital de Getafe y Hospital de Móstoles. Se excluyó del estudio a un paciente por estar en silla de ruedas debido a un accidente de tráfico previo, por lo que la muestra final fue de 35 pacientes. Todos los participantes firmaron una hoja de consentimiento informado antes de comenzar el mismo. El estudio fue dirigido desde el Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física de la Universidad Rey Juan Carlos. Fue aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica de la Fundación Hospital Alcorcón.
Se pasaron diferentes cuestionarios con objeto de recoger los datos necesarios para el estudio. Para la medición de la movilidad se empleó el Índice de Metrología de Bath para la EA (BASMI: Bath Ankylosing Spondylitis Metrology Index) 13. Este índice consta de cinco mediciones, las cuales fueron realizadas por un fisioterapeuta con 4 años de experiencia en el tratamiento de este tipo de pacientes:
Distancia occipucio-pared 14. El paciente se coloca de espaldas a la pared con las piernas lo más rectas posible e intenta realizar un apoyo occipital contra la misma. El terapeuta mide la distancia que queda entre el occipucio y la pared.
Test de Schöber modificado 15. Se realiza una marca a la altura de la unión lumbo-sacra y otra marca 10 cm por encima. Se le pide al paciente que flexione al máximo el tronco, sin doblar las rodillas, y se vuelve a medir la distancia entre ambas marcas. Un cambio de 5 cm se considera una movilidad normal.
Rotación cervical 16. Con el paciente en sedestación, se coloca un goniómetro en el ápex del cráneo y se mide la movilidad activa en rotación cervical. Se midieron ambos lados y se realizó la media de los valores obtenidos.
Lateroflexión lumbar. Se midió la distancia recorrida por la punta del dedo índice, desde la posición neutra en bipedestación hasta la flexión lateral máxima del tronco. Se controló cualquier compensación con el miembro superior.
Distancia intermaleolar 17. El paciente se coloca en decúbito supino y se procede a la medición de la distancia entre los maleólos mediales de ambas piernas en apertura máxima con las rodillas estiradas. La punta de los pies deben mirar hacia arriba.
Las mediciones realizadas por el BASMI han demostrado ser sensibles a lo largo de toda la evolución de la enfermedad, incluyendo pacientes de larga evolución 13. El BASMI obtuvo buena fiabilidad inter-examinador en cada medición (r = 0,99; p < 0,001), y buen criterio de validez interna para el total del índice (r = 0,092, p < 0,001) 13. Aunque el BASMI ha mostrado ser un buen índice, Heikkila et al encontraron que no todas las mediciones de movilidad son sensibles 17: la distancia dedos suelo, la expansión costal, la rotación toraco-lumbar y la latero-flexión lumbar fueron las mediciones más sensibles. Otras mediciones que se pueden usar, pero de menor sensibilidad, son la rotación cervical y la distancia intermaleolar. Finalmente, estos autores no sugieren emplear el test modificado de Schöber, la flexión toraco-lumbar y la distancia occipucio-pared 17. Según Heikkila et al 17 el BASMI tiene 1 medición altamente sensible (latero-flexión lumbar), 2 medio sensibles (rotación cervical y distancia intermaleolar) y 2 de baja sensibilidad (test de Schöber modificado y distancia occipucio pared). Aunque Heikkila et al sugieren una revisión de las mediciones del BASMI, este índice sigue siendo el más empleado en la literatura debido a que es el único índice validado como tal, y no como una medición aislada. Además, la literatura es contradictoria al respecto, ya que Haywood et al han determinado recientemente que el test modificado de Schöber sí es fiable y puede ser utilizado tanto en clínica como en investigación 18.
Para la medición de la funcionalidad y la actividad se emplearon el Índice de Funcionalidad para la EA del grupo de Bath (BASFI: Bath Ankylosing Spondylitis Functional Index) 19 y el Índice de Incapacidad de Funcionalidad para la EA del grupo de Bath (BASDAI: Bath Ankylosing Spondylitis Disease Activity Index) 20.
El BASFI recoge 10 ítems referentes a la capacidad funcional de los pacientes con EA para realizar las actividades de la vida diaria. Todos los ítems se valoran a través de una escala analógica visual, obteniéndose el valor del BASFI a través de la suma de todos los ítems. De esta forma el valor máximo del BASFI es de 100 puntos. Un mayor valor del BASFI indica mayor incapacidad funcional (anexo 1)19. El índice BASFI también ha mostrado ser sensible y útil en este tipo de pacientes. El BASFI también obtuvo buena fiabilidad inter-examinador (r = 0,87; p < ,001), y buen criterio de validez interna 19. Falkenbach et al determinaron que el BASFI se puede también emplear en pacientes ancianos con EA21. Aunque existen otros índices, como el Índice de Funcionalidad de Dougados, el BASFI se adapta mejor a la funcionalidad de los pacientes con EA 22.
Análisis estadístico
Una vez se obtuvieron todos los datos se procedió a su introducción en el paquete estadístico SPSS versión 12.0 para su posterior análisis. Los resultados se muestran en forma de media con su desviación estándar. Se empleó la prueba de Kolmogorov Smirnof para evaluar la distribución normal de las variables (p > 0,05). Se empleó el coeficiente de correlación de Pearson (r) en aquellas variables con distribución normal, y la prueba de rho de Spearman (rs) en aquellas variables cuya distribución no siguió la normalidad (dimensiones rol físico, rol emocional y función social del cuestionario SF-36). El análisis estadístico se realizó con un intervalo de confianza del 95 %, por lo que se consideraron valores significativos aquellos cuya p < 0,05.
RESULTADOS
La muestra estudiada contó con 35 pacientes, 7 mujeres y 28 varones, de edades comprendidas entre 18 y 62 años (media: 46 años; desviación estándar: 9 años). La evolución media en el diagnóstico fue de 15 años (desviación estándar: 3 años).
Las mediciones de movilidad evaluadas por el índice de movilidad (BASMI) mostraron distintos grados de correlación entre ellas (r entre 0,43 y 0,8; p < 0,01). Destacar que la distancia occipucio-pared presentó relaciones negativas con el resto de mediciones de movilidad (r entre 0,43 y 0,57; p < 0,01). La tabla 1 muestra en detalle los valores de correlación entre las mediciones de movilidad del BASMI.
Los resultados del presente estudio han mostrado que la movilidad, generalmente disminuida en pacientes con espondilitis anquilosante (EA), no muestra relación alguna con las dimensiones analizadas por el cuestionario de calidad de vida SF-36. Este resultado está en sincronía con los resultados encontrados en el reciente estudio de Dagfinrud et al, en el cual tampoco se encontró relación alguna entre la fatiga percibida por estos pacientes y la pérdida de movilidad 30. Es probable que la calidad de vida en estos pacientes esté condicionada por otros factores, tales como el dolor 28, la funcionalidad, el estado mental, la salud emocional, etc.
Nuestro estudio mostró que la funcionalidad, medida en este trabajo por el BASFI, sí se relaciona directamente y negativamente con prácticamente todas las dimensiones analizadas de la calidad de vida (ver tabla 3). Esto es lógico, ya que a menor valor del BASFI, mayor funcionalidad, y a mayor funcionalidad, mejor percepción de calidad de vida. Algo parecido, aunque en menor medida ocurrió con el índice de actividad (BASDAI), el cual también se relacionó de forma negativa con la calidad de vida.
Finalmente, las mediciones de movilidad analizadas en el BASMI también mostraron relaciones negativas con ambos índices, el BASFI y el BASDAI (ver tabla 2). Destacar que la distancia occipucio pared mostró una relación positiva con ambos índices. Esto también era de esperar, ya que a mayor distancia occipucio-pared, peor condición del paciente, y por tanto mayor valor en los índices de actividad y funcionalidad, lo que se traduce en mayor discapacidad. La relación entre cambios en la movilidad y su relación con cambios en la funcionalidad ha sido previamente analizada 9. Algo parecido sucedió en las relaciones obtenidas entre las distintas mediciones de movilidad entre sí (ver tabla 1), las cuales fueron todas positivas, excepto la distancia occipucio pared. A mejor movilidad, menor distancia occipucio pared.
Debemos reconocer que los estudios internacionales han analizado mayor número de pacientes, por lo que sería necesario ampliar el tamaño de nuestra muestra para obtener mayor potencia estadística. También sería bueno comparar los resultados obtenidos con un grupo control, y con otros grupos formados por pacientes con otro tipo de patología reumática.
Las repercusiones directas del presente trabajo radican en la relevancia de evaluar, tanto en clínica como en investigación, no sólo la movilidad (variable estudiada en todos los trabajos científicos publicados sobre EA), sino también la funcionalidad, la discapacidad, la calidad de vida y el dolor.
CONCLUSIONES
La calidad de vida no parece estar relacionada con la pérdida de movilidad que presentan los pacientes con espondilitis anquilosante. La funcionalidad y el índice de actividad sí se relacionan con la percepción de la calidad de vida de estos pacientes: a mayor funcionalidad, mejor calidad de vida, y viceversa. La movilidad también se asocia con la funcionalidad y la actividad: a menor movilidad, menor funcionalidad, y viceversa.
Las repercusiones directas del presente trabajo radican en la relevancia de evaluar, tanto en clínica como en investigación, no sólo la movilidad (variable estudiada en todos los trabajos científicos publicados sobre EA), sino también la funcionalidad, la discapacidad, la calidad de vida y el dolor
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